terça-feira, fevereiro 22, 2005
Un sueño que tuve
Durante las últimas semanas yo he soñado con la misma cosa y, cuando me despierto, la misma pregunta vene a mí cabeza: - ¿Puedo volar? Es increíble como los sueños se mezclan con la realidad con una perfección que no sabemos distinguirlos. En ese mundo, todo puede ocurrir: volamos, morimos, luchamos y hasta conocemos personas que queremos conocer.
Somos lo que queremos ser en el mundo de Morfeus, Dios de los sueños. Una de las cosas que más me sorprende es el hecho de que para poder volar, primero tengo que correr para conseguir velocidad y, solamente después, lanzarme de un sitio que sea muy alto y aprovechar las corrientes de aire para mantenerme volando. Todas las noches sólo puedo volar de esa manera. Pienso que el hecho de querer volar está relacionado con la gana de libertad, de salir de abajo de las alas protectoras de mis padres.
Otro sueño que también siempre estoy teniendo, lo tengo cuando paso el día estudiando. Cuando me acuesto, sueño siempre con lo que estudié. O algo de la facultad o mismo un romance que yo leí durante buena parte del día. Y siempre en esos días, me despierto muy cansado, hecho polvo. Sin embargo, todo lo que yo voy a hacer en ese día, lo hago sin ánimo.
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