David, Belisarius
David, Oath of the Horatii
David, Intervention of the Sabines
David, Triumph of Minerva over Mars
Pintor francés que introdujo el neoclasicismo en Francia y fue su máximo exponente desde la época de la revolución hasta la caída de Napoleón I Bonaparte. Louis David nació en París el 30 de agosto de 1748 en el seno de una familia de clase media alta. Estudió en la Academia real con el pintor rococó J. M. Vien. En 1774 ganó el Premio de Roma y viajó a Italia donde recibió una fuerte influencia del arte clásico y de la obra del pintor del siglo XVII Nicolas Poussin, de sólida inspiración clásica. David desarrolló rápidamente su propia línea neoclasicista, sacando sus temas de fuentes antiguas y basándose en las formas y la gestualidad de la escultura romana. Su famoso Juramento de los Horacios (1784-1785, Museo del Louvre, París) fue concebido para proclamar el surgimiento del neoclasicismo, y en él destacan el dramatismo en la utilización de la luz, las formas idealizadas y la claridad gestual. La obra presentaba una temática de un elevado moralismo (y, por lo tanto, de patriotismo) que la convirtió en el modelo de la pintura histórica de tono heroico y aleccionador de las dos décadas siguientes. Después de 1789 adoptó un estilo más realista que neoclasicista para poder registrar las escenas de su tiempo relacionadas con la Revolución Francesa (1789-1799), como en la obra de gran dramatismo La muerte de Marat (1793, Museos Reales de Bruselas). Entre 1799 y 1815 fue el pintor oficial de Napoleón I Bonaparte y registró las crónicas de su reinado en obras de gran formato, como Coronación de Napoleón y Josefina (1805-1807, Louvre). Después de la caída de Napoleón, David se exilió en Bruselas, donde habría de vivir hasta su muerte. Durante esos últimos años retornó a los temas inspirados en la mitología griega y romana, que pintó recurriendo a una mayor teatralidad. David también fue un prolífico retratista. De dimensiones más pequeñas y de una humanidad más recogida que sus obras de gran formato, sus retratos, como el de Madame Récamier (1800, Louvre), demuestran una gran maestría en la técnica y análisis de caracteres. Muchos críticos modernos consideran sus retratos como sus mejores obras, sobre todo porque no conllevan la carga de los mensajes moralizantes y la técnica, a menudo artificiosa, de sus obras neoclasicistas. La carrera artística de David representa la transición del rococó del siglo XVIII al realismo del siglo XIX. Su neoclasicismo frío y calculado ejerció una gran influencia sobre sus discípulos Antoine-Jean Gros y Jean Auguste Dominique Ingres, y sus temas heroicos y patrióticos prepararon el camino para el romanticismo. Murió el 29 de diciembre de 1825 en Bruselas
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